Como olvidar a nuestra oveja Merina negra, olvidarla sería negar el origen de todo….
Un amigo, muy cercano, nos contó:
El color nativo de nuestra raza Merina era el negro.
Era a partir de la lana las ovejas negras con la que se fabricaban los sagos o capas de la Celtiberia. Su producción fue tan intensa que servía de tributo entre los pueblos hispanos durante la conquista romana. Sabemos, por ejemplo, que los termantinos y numantinos hubieron de entregar 9.000 mantos al general Pompeyo como pago de guerra, junto a 3.000 pieles de buey y 800 caballos.
A partir del cruzamiento de animales y la posterior selección de los mismos, los ganaderos centraron sus esfuerzos en la consecución de una variedad blanca del Merino que conservase sus buenas cualidades laneras y fuese más fácil de teñir.
En la variedad negra algunas de las características de la raza merina se manifiestan aún con más fuerza, como su elevada rusticidad, su carácter gregario, instinto maternal. resistencia a épocas de penuria alimenticia y capacidad de recuperación, aptitud para realizar largos desplazamientos y resistencia a enfermedades.
Durante los años 50 del S.XX, la lana se pagaba muy bien y la lana negra era usada para sotanas, uniformes y mantas de pastores principalmente, pero coincidió con la disminución en el número de curas, militares y pastores, y los ganaderos no tuvieron más remedio que decantarse a favor de la merina blanca. A partir de los años 70 la depreciación de la lana se extendió a la blanca y la crisis afectó especialmente a la raza en general destinada tradicionalmente a su producción.
Entre las creencias alrededor de las ovejas negras del rebaño podemos decir que estos animales gozaban de otros privilegios frente al resto del rebaño, ya que bajo ningún concepto podían ser marcadas con el sello del ganadero y nunca en la vida del animal se les podía escodar (cortar la cola) ni muescar (marcar la oreja); igualmente no podían ser sacrificadas, o sea, que morían de viejas. Dicen que son brujas arrepentidas que cuidarán siempre del rebaño.
Hay que dar las gracias a los ganaderos de merino negro, por su tesón y amor por esta raza han conseguido recuperarla de su casi extinción y están poniendo en valor de nuevo sus pecualiares producciones.
Enhorabuena a todos!!
Características morfológicas
La Merina variedad Negra se trata de una oveja eumétrica, perfil recto y proporciones medias.
Los cuernos, cuando se presentan, en los machos son fuertes, de sección triangular y superficie estriada con surcos transversales; y en las hembras, la presencia de los cuernos es muy rara y, cuando se presentan, generalmente, son rudimentarios.
El peso varía respecto a los machos, pesan unos 80 kilos, 20 menos que el género contrario.
La raza ovina Merina variedad Negra se diferencia por su color negro uniforme por todo el cuerpo En ocasiones, y debido a los agentes atmosféricos, su color puede verse deteriorado, pasando a ser un pardo oscuro.
Oveja Merina negra en peligro
La Oveja Merina Negra está en peligro de extinción, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. La historia de su proceso de extinción está íntimamente relacionado con la historia y economía del país. La variedad de Merino negro fue mermando y se quedo a cargo de ciertos criadores e, incluso, como forma de distinción de los rebaños.
Las características de la lana han sido una de las principales causas del descuido de esta raza. Su difícil proceso de teñido, al ser un pelo muy oscuro, ha producido el desinterés por la raza, hasta el punto de abandonarla a su merced. Ignorando todos los beneficios, expuestos antes, que sí que ofrece la lana del Merino negro.
Con la llegada de la ecología a la vida cotidiana el interés por las propiedades textiles de la oveja ha crecido. Un material de gran calidad, respetuoso con el medio y sin sufrimiento animal. En el país hay unos 12.000 ejemplares. Datos alarmantes si tenemos en cuenta que “fueron las primeras pobladoras de la península”.