Si te apasiona el sabor auténtico y quieres sumergirte en el arte milenario de hacer queso, esta guía es para ti. Acompáñanos en un viaje culinario y aprende cómo hacer queso de oveja en casa con precisión y cariño.

Transforma la leche en queso: Paso a paso

Prepara los siguientes ingredientes:

  • 4 litros de leche cruda de oveja (asegúrate de que esté fresca y libre de impurezas).
  • Cuajo (en líquido o en tabletas, según las instrucciones del producto, también puedes usar cuajo natural animal y cloruro de calcio).
  • Sal (al gusto).

Proceso de elaboración del queso de oveja en casa

  1. Preparación inicial: Asegúrate de que todos tus utensilios y superficies estén limpios. Esto es crucial para evitar contaminaciones.
  2. Calentar la leche: Vierte la leche de oveja en una olla grande. Calienta la leche lentamente hasta que alcance una temperatura de unos 32°C. Si no tienes un termómetro, esta será una temperatura apenas tibia al tacto.
  3. Añadir el cuajo: Sigue las instrucciones del paquete de cuajo que hayas comprado. Por lo general, tendrás que diluirlo en un poco de agua fría antes de añadirlo a la leche. Una vez que esté listo, agrega el cuajo diluido a la leche y remueve bien durante un minuto para asegurarte de que se distribuya uniformemente.
  4. Corte y coagulación: Deja la leche en reposo durante aproximadamente 30 minutos a 1 hora para que coagule. Una vez coagulada, corta la cuajada en cubos de unos 2 cm con una cuchilla larga o una espátula.
  5. Cocción: Calienta lentamente la cuajada cortada hasta que alcance una temperatura de unos 38°C, removiendo ocasionalmente para evitar que los cubos de cuajada se peguen entre sí.
  6. Escurrido: Una vez calentada, retira la olla del fuego y deja reposar la cuajada durante unos minutos. Luego, con un cucharón, coloca la cuajada en un paño de queso o una muselina colocada sobre un colador. Ata las esquinas del paño formando una bolsa y cuelga la cuajada para que drene el suero durante 5-6 horas.
  7. Maduración: Si quieres un queso más curado, coloca el queso en un molde y presiona para que tome forma.La duración del proceso de maduración depende de la textura y el sabor que desees obtener.

Maduración del Queso: Desarrollando textura y sabor 

La maduración es el proceso mediante el cual el queso desarrolla su textura y perfil de sabor final. Durante esta etapa, las enzimas y bacterias presentes en el queso comienzan a actuar sobre las proteínas y grasas, descomponiéndose y produciendo una serie de compuestos que contribuyen al sabor y aroma característicos del queso. 

Para llevar a cabo una maduración adecuada, es esencial proporcionar al queso un ambiente controlado en términos de humedad, temperatura y aireación. Aquí te explicamos cómo hacerlo:

  • Moldeado: Una vez escurrido el queso, colócalo en un molde específico para quesos. Esto le dará la forma deseada y facilitará su manejo en las etapas posteriores.
  • Salado: Si no has salado tu queso anteriormente, este es un buen momento. La sal no solo aporta sabor, sino que también actúa como conservante y controla el crecimiento bacteriano.
  • Ambiente Controlado: Busca un lugar fresco, oscuro y con una humedad relativa del 85-90%. Las bodegas o sótanos suelen ser ideales, pero si no cuentas con uno, considera adquirir una cava de vinos o una mini nevera para madurar quesos.
  • Volteo: Voltea el queso regularmente (una vez al día y luego con menor frecuencia) para garantizar una maduración uniforme. Esto también previene la formación de mohos no deseados en la superficie.
  • Cuidado del Moho: Si observas mohos no deseados en tu queso (como mohos de colores brillantes), puedes quitarlos con un paño húmedo. Si estás buscando desarrollar una corteza de moho (como en el caso de los quesos brie o camembert), asegúrate de introducir las cepas correctas de moho y controla las condiciones para favorecer su crecimiento.
  • Tiempo: La duración de la maduración varía según el tipo de queso. Puede ser tan corto como unos días para quesos frescos o tan largo como varios años para quesos duros y curados.
  • Degustación: Prueba tu queso de vez en cuando para evaluar su sabor y textura. Esto te dará una idea de cómo avanza la maduración y cuándo ha alcanzado su punto óptimo.

La paciencia es clave en este proceso. Con el tiempo y la experiencia, aprenderás a reconocer cuándo tu queso ha alcanzado su madurez ideal. ¡Disfruta del resultado y comparte tu deliciosa creación!

¡Y listo! Tendrás un delicioso queso de oveja hecho en casa. Recuerda que este es un proceso básico y existen muchas variaciones según el tipo de queso que desees obtener. Experimenta y diviértete en el proceso.