El queso es un alimento que se obtiene tras haber pasado por un proceso de maduración. En el caso del queso pasteurizado, éste ha sido sometido a un tratamiento térmico. Es decir, se ha realizado con un tipo de leche sometida a una técnica especial. 

Cuando vamos a comprar al supermercado un queso, nos fijamos en el tipo de queso que es, la apariencia que tiene o su lugar de procedencia entre otras cosas. Pero ignoramos un aspecto muy importante para nuestra salud que debemos tener en cuenta: si se trata de un queso pasteurizado o no.

¿Qué significa que un queso está pasteurizado?

Un queso pasteurizado es aquel que ha sido sometido a un proceso de pasteurización, por tanto, a un tratamiento térmico. Este proceso tiene como objetivo matar las bacterias y otros microorganismos presentes en los alimentos que pueden suponer un riesgo para nuestra salud. 

¿En qué consiste el proceso de pasteurización? 

Todo queso pasteurizado conlleva su proceso el cual se denomina “proceso de pasteurización”. Éste se lleva a cabo sometiendo al alimento a elevadas temperaturas, habitualmente sobre los 75 grados centígrados, durante periodos cortos de tiempo, 15-20 segundos. Luego, se enfría rápidamente para evitar que las bacterias vuelvan a crecer.  

Esto se hace para evitar enfermedades transmitidas por los alimentos, como la salmonelosis, la brucelosis o las grandes infecciones que origina la bacteria listeria monocytogenes. En resumen, gracias a este procedimiento, se consiguen eliminar muchas de las bacterias patógenas y otras no deseadas. 

Es importante tener en cuenta que la pasteurización no elimina de forma completa todas las bacterias presentes en el queso, pero sí reduce en gran medida su cantidad. Por lo que se puede confirmar que un queso pasteurizado aún puede contener alguna bacteria, pero en cantidades tan bajas que no son perjudiciales para la salud. 

La pasteurización se utiliza en muchos tipos de queso, incluyendo el queso fresco, el queso rallado o el queso crema. Aunque se diga que el queso pasteurizado tiene ligeramente un sabor diferente al queso realizado con leche no pasteurizada, es un método efectivo para garantizar la seguridad alimentaria. 

¿Cómo saber si el queso es pasteurizado?

Para corroborar que un queso ya sea queso de cabra, de oveja o de cualquier otra procedencia es pasteurizado existen varias vías.  La primera y esencial consiste en leer en la etiqueta o el empaquetado del producto sus ingredientes. Gran parte de la producción del queso pasteurizado llevará una mención en su etiqueta de que ha sido elaborado con leche pasteurizada. 

En caso de que no aparezca “leche pasteurizada” entre sus ingredientes, la mejor opción será prescindir de ese queso y escoger otro si tu condición lo estima oportuno, como es el caso de las mujeres embarazadas. 

Otra forma más enrevesada, pero igual de efectiva, para saber si lo que vamos a comprar es queso pasteurizado procede de contactar directamente con el fabricante o vendedor del queso con el fin de obtener más información sobre el proceso de producción. 

Queso de oveja Merina durante el embarazado

Te preguntarás, ¿puedo comer queso de oveja Merina durante el embarazo? Bien, pues siempre y cuando estemos hablando de queso pasteurizado, la respuesta es .

Las mujeres embarazadas pueden comer queso de oveja Merina durante el proceso, siempre y cuando se trate de queso pasteurizado. Al haber pasado por este proceso de pasteurización, la posibilidad de que presente la bacteria listeria monocytogenes es infinitamente baja, casi nula. Aun así, debemos tener presente el peligro que supone para la salud propia y del bebé. 

Dentro del mundo “queso pasteurizado” existen algunos quesos que, independientemente de la procedencia de la leche, es queso pasteurizado y, por tanto, apto para mujeres embarazadas. Algunos ejemplos son: 

  • Queso mozzarella
  • Queso provolone
  • Queso de oveja
  • Queso de cabra
  • Queso de vaca

Por otro lado, se deben tener en cuenta los quesos que se tienen que evitar en el embarazo debido a la ausencia del tratamiento térmico. Por ende, estamos hablando de quesos no pasteurizados: 

  • Queso parmesano
  • Queso roquefort
  • Queso cabrales

En definitiva, el queso pasteurizado de leche de oveja Merina es un producto con un sabor y textura único. La leche de oveja es rica en nutrientes como la proteína, el hierro o el calcio que gracias al proceso de pasteurización ayuda a eliminar las bacterias potencialmente dañinas para nosotros, mientras que mantiene todo el sabor del queso. 

Además, el queso pasteurizado de oveja Merina es producido por ganaderos locales con ética medioambiental, por lo que otorgan que la elección de este tipo de queso por parte de los consumidores es una de las mejores y más sostenible.  

En resumen y para concluir, el queso pasteurizado de oveja Merina es una de tus mejores opciones si llevas un estilo de vida sano y quieres disfrutar del sabor y calidad único del queso. Asimismo, tener presente el proceso de pasteurización en cualquiera de los tipos de quesos y la importancia que supone es esencial para tu salud.